Ubicar en un lugar con exposición a sol pleno para asegurar una floración abundante.
Regar moderadamente, permitiendo que el sustrato se seque ligeramente entre riegos para evitar encharcamientos.
Mantener una humedad ambiental moderada, evitando tanto el exceso como la falta de agua.
Proteger de heladas fuertes; tolera temperaturas entre 10 y 30 °C.
Utilizar un sustrato universal con buen drenaje, evitando suelos compactos.
Fertilizar con un producto específico para floración durante primavera y verano.
Realizar poda ligera para estimular el crecimiento de nuevos brotes y prolongar la floración.
Evitar el riego excesivo para prevenir enfermedades fúngicas.